Hola compañeros!!
Pues para que me conozcan un poco, yo soy psicóloga y mi meta cuando era estudiante de esta profesión no era la de ser maestra, o dedicarme siquiera a la psicología educativa. Sin embargo al egresar y toparme con la realidad, que el campo de mayor oportunidad de empleo se daba para mí en la educación, pues acepté el reto.
Mi primer empleo fue dando clases en una universidad privada, la clase era para un grupo de adultos jóvenes, de casi mi edad y algunos mayores que yo, que acudían por las tardes-noches a concluir sus estudios de licenciatura, eso fue muy decepcionante para mí, ya que como docente en esa universidad la verdad es que no contaba mucho y eran los alumnos a quienes se les daba prioridad, y como ellos lo sabían no ponían interés en clase, eran descuidados en los trabajos y en alguna ocasión groseros conmigo. Al quejarme con la autoridad competente, este me escucho pero no hizo nada, los alumnos pasaron, no porque yo diera la calificación aprobatoria, y por supuesto no volví a dar clases ahí.
Después de un tiempo se me presentó la oportunidad de ingresar al cbtis, como la psicóloga del turno vespertino y esa fue muy buena noticia para mí, al mismo tiempo empecé a dar clases en la escuela de psicología, con lo que mi visión de la educación y la docencia cambio. Encontré la satisfacción de trabajar con alumnos dedicados y comprometidos con su aprendizaje. Alumnos que se acercaron a mí para buscar ayuda desde el punto de vista personal y académico y entonces me enamoré de mi trabajo.
Para mí el poder combinar mi profesión, al atender la oficina de orientación educativa, con el impartir clases, que se relaciona mucho en realidad, es una bendición.
Específicamente en educación media superior, cada día descubro nuevos aspectos de mi trabajo, como el poder ayudar a un alumno atrasado en mi materia, como ayudarlos a llegar a un mejor nivel de análisis de lo que viven o de lo que leen, ayudarles a abrir sus perspectivas o desarrollar nuevas habilidades. Recuerdo muy particularmente un grito de un alumno durante uno de los exámenes escritos, ¡ya entendí!, por supuesto toda la clase se rio, pero para mi fue muy reconfortante, porque era una expresión real y auténtica de toma de consciencia del conocimiento adquirido.
Eso aunado a las ocasiones en que he tenido la oportunidad de apoyar algún alumno en situación complicada, o a los mismos padres de familia, recibiendo un sentido gracias al ser recién egresados.
He tenido mis malos días también. He detectado que para mi es muy desmotivante el que no se reconozca el trabajo, que no haya muchas opciones de ascender, más que nada por reglas burocráticas. O sea que lo que me frustra de la educación media en México es que existan tantos candados para quienes queremos dar lo mejor y nos comprometemos con los jóvenes y con nuestra labor, mientras otros que hace como que trabajan o conocen a la persona correcta sean quienes obtienen antes más horas o mejor sueldo.
De cualquier forma, mi compromiso con la educación no se centra en lo económico, únicamente, sino con la satisfacción personal de ayudar a aprender y aprender de mis estudiantes, al mismo tiempo.
Hello 4 S!
Hace 15 años
2 comentarios:
Hola Sonia
Preferí hacer comentarios de este apartado, para conocer un poco más de ti; fíjate que a mi también me tocó trabajar en un colegio parfticular y pude observar como ignoraban algunas veces las opiniones de los maestros y lo más grave, incluso cambiar calificaciones.
Te felicito porque no te desanimaste y y por seguir adelante.
Saludos.
Hola Sonia:
Una disculpa por no haber entrado antes a tu blog pero se me acumuló el trabajo porque la mayoría ingreso el fin de semana, pero aquí estoy, con la misma importancia que me merecen todos mis alumnos.
Tu docencia inició con un amargo sabor, por las circunstancias que mencionas, pero te enfrentó a un gran reto, aceptar otra oportunidad de ser maestro, y con esto un gran cambio, aplicar lo que estudiaste y favorecer a los alumnos, formar parte de un plantel educativo es significativo pero lo es más cuando te reconocen tu trabajo.
Eso es lo que nos marca una pauta, retos, emociones que con el tiempo fortalecen nuestra identidad docente.
Te felicito de corazón.
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